A este River se le va poniendo cara de campeón. El 'Millonario', que tenía que defender un 2-0 del Monumental, no defraudó en su visita al Gran Parque Central. Le metió un buen repaso a un Nacional al que le perjudicó estar casi todo el partido con uno menos.
Gallardo tenía claro que no iba a achantarse en Uruguay. El 'Muñeco' ordenó a sus futbolistas que tratasen de tener el balón y así fue durante los primeros minutos. Pero de buenas a primeras, Rochet cometió una imprudencia y le regaló todo a su oponente.
En el 18', el cancerbero, que salió de su zona de confort, cometió un planchazo sobre Matías Suárez y el árbitro le enseñó la roja directa. Su entrenador no podía creérselo, ya que Nacional debía jugar el resto del encuentro con un hombre menos.
El partido se puso cuesta arriba y los 'albos' no pudieron frenar en ningún momento el frenesí de los hombres de River. En el 28', Carrascal, el mejor del encuentro, abrió el marcador con un golazo. La salida de Trezza dejó un vacío en la izquierda y eso lo aprovechó el colombiano.
Recibió al espacio, recortó a su marcador y batió con suma facilidad a Mejía, que ocupó el lugar de Rochet. Conforme pasaron los minutos, la goleada parecía más que evidente. Antes del descanso, De La Cruz clavó un golazo desde la frontal del área y eso pareció reactivar a Nacional.
Y es que, pocos segundos después del 0-2, Cougo recibió un pase filtrado y batió por bajo a Armani. 1-2 y tiempo para reflexionar con la llegada del descanso.
Una borrachera de goles
Tras la reanudación, River no bajó el ritmo y se encontró muy pronto con el tercero. Otra vez entró a escena Carrascal, que cedió a Suárez para que firmase el 1-3. Sin embargo, el ex de Belgrano no acertó y tuvo que llegar Zuculini para meter la punta de la bota.
Parecía que Nacional ya sí que iba a tirar la toalla de forma definitiva, pero no fue así. Después de un gol anulado y un palo de Borré, que estaba como loco por marcar, Santiago Rodríguez, que llevaba unos segundos en el campo, recortó distancias en un despiste del 'Millonario' (2-3).
Había esperanza para al menos igualar o ganar el encuentro, algo que se convirtió en un mero espejismo. Había un hombre insatisfecho en River y él solito se encargó de firmar un triplete para cerrar el encuentro.
Se trata de Santos Borré, que llevaba sin marcar casi dos meses. El colombiano se quitó una espinita clavada gracias a un Montiel que le dio las tres asistencias. La primera en el 66', la segunda en el 73' y la tercera y última en el 80'.
El 'cafetero' solo tuvo que empujar el balón, un trofeo que se acabó llevando a casa. Nacional estaba muerto y no llegaron más goles de milagro (2-6). Quinta semifinal de Gallardo en seis Libertadores, la cuarta de forma consecutiva. River enseña a Palmeiras lo que le espera.