El italiano Edoardo Bove, jugador de la Fiorentina de 22 años que sufrió una parada cardiorrespiratoria el pasado 1 de diciembre durante un partido ante el Inter, visitó este sábado a sus compañeros de equipo en la ciudad deportiva del club de Florencia (norte).
El mediocentro recibió este viernes el alta hospitalaria después de que le fuera implantado un desfribilador subcutáneo que, por el momento, le impide volver a jugar al fútbol en Italia, debido a la exigente normativa del país.
La plantilla recibió a su compañero con un aplauso en la sala de reuniones del club, en la que prepararon el entrenamiento. Bove, incluso, se vistió de corto pese a no poder saltar al césped.
En cuanto el jugador reciba los resultados de los numerosos exámenes a los que fue sometido en el Hospital Careggi de Florencia, podrá valorar una posible extracción del desfribilador. En caso de que finalmente tenga que quedarse con el implantado, deberá resolver su contrato con la Roma, propietario del centrocampista, y buscar un destino que le permita jugar con el dispositivo.
El danés Christian Eriksen o el neerlandés Daily Blind juegan con una aparato similar en Premier y LaLiga, con United y Girona, respectivamente.
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— ACF Fiorentina (@acffiorentina) December 14, 2024