Ante el Betis, ya se pudo ver un partido realmente duro en el 'Gran Derbi', que estuvo protagonizado por las dos rojas del conjunto verdiblanco y por otra del Sevilla. Esta vez, el Sánchez-Pizjuán se disfrazó del Benito Villamarín y calcó un encuentro que se le puso muy cuesta arriba a los de Sampaoli.
Recién empezado el encuentro, fue la Real Sociedad la que mejor se plantó en el terreno de juego. Su dominio provocó los primeros pitos de los allí presentes y el runrún comenzó a evidenciarse. Los 'txuri-urdines' se fueron acercando hasta que Sorloth dio el primer picotazo a los de casa.
La jugada empezó por la izquierda y la continuó un Mikel Merino que coló un pase milimétrico hacia el delantero nórdico. Un fallo en el corte de Nianzou provocó que el punta pudiese definir con bastante facilidad ante Bono con un sutil picadita para abrir el marcador y hacer el 0-1.
Otra vez, el turno le llegó al VAR para perjudicar, de nuevo, al cuadro hispalense. Una dura entrada de Rakitic sobre Brais fue revisada en el monitor por el árbitro. Este le retiró la anterior cartulina amarilla que señaló y le enseñó la primera roja del choque. Un duro golpe para los locales en el minuto 28.
Sin mucho tiempo para reaccionar, el entrenador argentino presenció cómo se le fue el partido por el retrete con la segunda roja para los suyos. Y es que el central Nianzou entró con fuerza desmedida ante Méndez y, VAR mediante, el trencilla volvió a sacar la tarjeta roja a pasear.
Una situación que recordó al partido contra el Betis que, recientemente, acabó con el reparto de puntos. Por si fuera poco, dos minutos después de que el Sevilla se quede con nueve, Brais Méndez anotó el 0-2 tras un mágico pase entre líneas de Mikel Merino, que llamó a la puerta de Luis Enrique.
Todo parecía destinado a una goleada y a una hecatombe sevillista, pero la fuerza de reacción del seis veces campeón de Europa volvió a brotar en la cabeza de Rafa Mir. El delantero aprovechó un gran centro de Telles desde la izquierda para poner el balón lejos del alcance de Remiro.
Una diana que supuso un soplo de aire fresco a un Sevilla que realizó cambios en el descanso en busca de una reacción que nunca llegaría. Los minutos pasaron, la Real tocó tranquilamente y el cuadro de Nervión se dedicó a esperar y salir al contragolpe. Algo que pareció funcionar, aunque sin gol.
Los de casa sumaron situaciones de peligro con las entradas desde el banquillo, pero la superioridad numérica se notó en exceso. Quitando algunos 'uys' de la grada, lo cierto es que los 'txuri-urdines' defendieron bien el resultado y se quedaron con los tres puntos. Esto es lo que pasa por cogerle el gusto a las rojas...