La tanda de penaltis que disputó el Manchester City en la EFL Cup ante el Leicester, en la que sucedió el controvertido abrazo de Guardiola a Bravo, reavivó la llama de una posible salida del guardameta chileno.
El portero culminó una tanda de panaltis sensacional. Detuvo el lanzamiento de Mahrez y, gracias al tiro al palo de Vardy, su equipo consiguió pasar a la siguiente eliminatoria.
Al finalizar el duelo, el jugador negó cualquier contacto con el equipo argentino para hablar sobre su fichaje. Además, aseguró que se quedaría en Mánchester, ya que su familia es feliz allí.
El guardameta perdió su titularidad con la llegada de Ederson y Guardiola parece que sólo confía en él para los partidos de Copa, de ahí los episodios de tensión entre ambos los últimos días.