Se llama Brian Oddei y nació hace 18 años en Accra, Ghana. Hace siete llegó a Italia, siguiendo los pasos de su madre, y allí empezó a dar sus primeras patadas a un balón con vistas a algo más.
Declarado admirador de Leo Messi, su debut coincidió con la entrada en la historia (en un nuevo apartado) de Cristiano Ronaldo. Es como si los astros se hubieran alineado para él.
Veloz extremo, de potente arrancada y gran habilidad con el balón, su carrera comenzó en Maranello, cuna de la mítica Ferrari. La analogía con su velocidad está servida. Cortita y al pie, como nos gusta.
De Zerbi ya le tenía echado el ojo tiempo atrás, y tras cinco citaciones infructuosas, a la sexta fue la vencida. Y Oddei debutó, nada menos que ante la Juve de Cristiano.
Jugó algo más de un cuarto de hora. Entró con el 1-1 en el marcador, pero con un jugador menos en las filas de los 'neroverdi'. No pudo redondear su debut con un gol o una asistencia (su especialidad), pero dejó buena muestra de sus dotes.
Eso sí, todo quedó eclipsado por el récord de Cristiano, su gol número 759, con el partido resuelto. Fue su primer partido, el primero de muchos de un joven extremo ghanés que sueña ser como Messi. O eso dicen de él.