El futbolista asesino a su ex pareja, Eliza Samudio, y secuestró al hijo de ambos, que en el momento de los hechos no reconocía como suyo.
La condena de Bruno Fernandes era de 22 años y 3 meses, por lo que el jugador había cumplido menos del tercio del total de la pena cuando fue liberado.
Bruno se encontraba actualmente jugando en un segunda división brasileño, el Boa Esporte, con quien había firmado un contrato por dos temporadas. Hubieron numerosas protestas en contra del club y varios patrocinadores lo abandonaron.
Sin embargo, el futbolista tambié tuvo defensor y muchos seguidores del equipo cantaron consignas en su defensa. Jugó cinco partidos antes de que el fiscal general Rodrigo Janot consiguió revertir el orden de liberación porque el equipo legal del jugador era responsable de los retrasos en la apelación.
La madre de Eliza Samudio, Sonia Moura, se mostró satisfecha por la vuelta a la cárcel del futbolista, ya que aseguraba que tanto su vida como la de su nieto corrían peligro con él liberado.
Bruno fue preso en 2010 y tres años después fue condenado por el asesinar a Eliza Samudio, y ocultar su cádaver, y por el secuestro de su hijo Bruninho. El jugador contrató al ex policía Marcos Aparecido para que asesinara a su ex pareja.
El cadáver de Samudio nunca fue encontrado y durante el juicio varios testigos aseguraron que lo había descuartizado y se lo había dado de comer a los perros del entonces portero del Flamengo.