El mediocentro ofensivo jugó 88 minutos y al ser cambiado no pudo reprimir las lágrimas en el banquillo. Se emocionó ante el inminente adiós.
Una vez acabado el encuentro, mientras al Valencia le daban el trofeo Cinco Violines, Bruno Fernandes volvió a llorar. Las cámaras lo enfocaron y se apartó.
Ahora espera el United, que pagará 70 millones por el que será uno de los fichajes del verano. Se va con 109 partidos y 48 goles.
28 de julio de 2019