Una familia deportista
La madre de Buffon, Maria Stella, fue lanzadora de disco y tuvo el récord de Italia durante 17 años. El padre, campeón de lanzamiento de peso. Además, las hermanas de Gigi, Guendalina y Veronica, se dedicaron al voleibol.
Fobia a las avispas
El guardameta siempre tuvo terror a las avispas. Curiosa anécdota con Capello: 'Justo antes de un partido el preparador de porteros me dijo que Buffon no iba a poder jugar. No se podía tirar ya que en el campo había muchas avispas. Le dije que sin problema y diez segundos después me dijo que ya no tenía fobia'.
Fan del... 'Gladbach
Sí, Gigi era seguidor cuando era pequeño del Borussia Mönchengladbach, un equipo cuyo nombre no sabía pronunciar. "Cuando era pequeño no sabía pronunciar su nombre. Ahora lo hago mejor pero no creo que lo haga del todo bien!, reconoció.
Centrocampista
Buffon empezó a jugar en el centro del campo, pero conoció a N'Kono y su admiración por el meta camerunés le hizo cmabiar de posición. Su primer hijo se llama Louis Thomas, en honor al meta, y el segundo David Lee, en honor al cantante de Van Halen, David Lee Rot.
Buffon, presidente
El portero fue el máximo mandatario del club de su ciudad, el Carrarese, hasta 2015. En sus guantes lleva las siglas C.U.I.T., Commando Ultrà Indian Trips, un grupo de aficionados del Carrarese.
Su primer llanto por el fútbol
La primera vez que 'Gigi' lloró por un partido de fútbol no fue por la Juventus. El portero reconoció que no pudo contener las lágrimas cuando la Selección de Camerún fue eliminada del Mundial de Italia 1990. Para él, aquel equipo le hizo entender que este deporte sirve para romper barreras.
Jugar ante 300 personas, su peor pesadilla
En relación con lo anterior y más allá de su espina con la Champions, Buffon reconoció que su peor día con la Juventus fue en un partido de Copa contra el Bari, en el año del descenso. Decía que le entraron "ganas de llorar" al ver que solo 300 personas entraron a un Delle Alpi con capacidad para 60.000 espectadores.
Su ritual antes de cada partido
Nada de amuletos ni saltos con el pie derecho mientras entra al césped. Buffon asegura que lo último que hace antes de cada partido sin excepción es ir al baño. Así evita imprevistos.