Como si las dos veces que paró el partido el colegiado no fueran suficientes, Krasimir Balakov, seleccionador de Bulgaria, echó balones fuera a la hora de hablar del racismo de la afición de Bulgaria en el choque ante Inglaterra que los del este perdieron por 0-6.
"No he escuchado nada personalmente en relación a lo que se está comentando. Solo vi que el árbitro paró el juego", comenzó el técnico, uno de los mejores jugadores en la generación dorada de Bulgaria en los años 90.
"También es verdad que la conducta inapropiada no ha sido solo cosa de los aficionados de Bulgaria. Los ingleses estuvieron pitando y gritando durante nuestro himno y usaron palabras para referirse a nuestra afición que son inaceptables", continuó el seleccionador.
Balakov, con ánimo de defender a los suyos, quiso matizar que las protestas y sanciones de la UEFA no tenían nada que ver con actos de racismo en el pasado y sí con una pancarta permitida por la ley búlgara y prohibida por la UEFA.
Además, criticó que se haya hablado más de la grada que del partido en sí en las semanas previas al encuentro: "Llevamos con este problema desde que sabemos que Inglaterra iba a venir aquí. En tres semanas se ha hablado de todo menos de fútbol y no creo que sea la mejor manera de afrontar un partido de estas características".
Por último, el seleccionador de Bulgaria sí que condenó tímidamente a su afición: "Si los gritos son reales, pedimos perdón sinceramente. La Selección Búlgara y el fútbol de Bulgaria están trabajando con fuerza para que este tipo de actos no tengan lugar en un partido". Aunque volvió a matizar: "Pero quiero recalcar que esto no nos había pasado antes".