El Barcelona fue de más a menos en el amistos disputado en Miami ante el Nápoles. Los de Valverde comenzaron bien en ataque pero se fueron diluyendo en defensa con el paso de los minutos.
Pese a las dificultades, el cuadro 'culé' consiguió anotar un gol antes del final de la primera parte. Fue en el momento más inesperado y llevó la firma de un hombre poco habitual.
En una de las pocas veces que Sergio Busquets se incorporó al ataque, recibió el balón de Riqui Puig en la frontal del área. Sin pensárselo mucho, golpeó de interior al palo largo para poner por delante a los suyos.
Pero la alegría solo duró unos tres minutos. El Nápoles comenzó a aprovechar los huecos que se creaban a la espalda de Junior y Wagué.
Recibió el cuero Callejón casi en la línea de fondo. Dejó atrás a Firpo y puso un centro-chut raso. En un intento por despejar el balón, Umtiti lo acabó empujando al fondo de la red.
8 de agosto de 2019