La afición 'pepinera' mostró signos de haber perdonado a Borja Garcés, que recientemente fue objeto de polémica por su caso de indisciplina al acudir a una boda familiar sin permiso del Leganés ni de Asier Garitano, entrenador por aquel entonces.
El ex técnico le echó la cruz, pero la llegada de Nafti al banquillo supuso una segunda oportunidad para el delantero, que volvió a contar con minutos e incluso marcó en la victoria frente a la SD Huesca (0-2).
Una semana después, el atacante fue titular en el encuentro del pasado domingo frente al Real Oviedo. En un primer momento, las gradas de Butarque le recibieron con un modesto pitido al comienzo del partido, aunque la historia cambió al final del mismo.
Si bien frente al Cartagena fue más silbado, la historia ante los asturianos fue totalmente distinta. No hubo abucheos durante el transcurso del juego, e incluso Garcés abandonó el campo en el 75' con una sonada ovación de la mayor parte de la afición.