El partido arrancó con un Chelsea superlativo que apenas daba un respiro al Inter, que entró al partido bastante dormido. El equipo de Sarri, muy ambicioso, mostró sus cartas desde el primer momento.
Las ocasiones no tardaron en llegar y el primero que avisó fue Barkley. El ex del Everton chutó a portería desde dentro del área, pero Handanovic estuvo muy atento. Ya en el 4', Morata consiguió abrir el marcador.
No obstante, el delantero vio cómo el árbitro anuló el tanto por fuera de juego. El ex del Real Madrid estaba adelantado por muy poquito. El Chelsea no se vino abajo y cuatro minutos después encontró el premio del gol.
Morata le robó la cartera a Candreva y se inventó una jugada que acabó en gol de Pedro. El madrileño chutó a portería y el rechace cayó en el canario, que metió la punta de la bota para hacer el 1-0.
A pesar de haber marcado, el conjunto londinense siguió mostrándose muy serio y no paró de atacar el área 'nerazzurra'. Los de Spalletti, que luchaban como podían, consiguieron despetarse a partir de la media hora. Empezaron a igualar las cosas para dejarlo todo preparado para la segunda mitad.
Caballero, una de cal y otra de arena
Tras la reanudación, el Inter empató el encuentro por mediación de Gagliardini. Caballero, recién entrado al terreno de juego, se encontró con un gol que no esperaba y volvió a recordar lo que le pasó ante Croacia. El argentino se venció a un lado y eso le facilitó las cosas a su oponente.
Con el 1-1, el equipo entrenado por Spalletti fue a más y quiso el segundo, pero no encontró su oportunidad hasta el final. Pero antes, el Chelsea, tras mover el banquillo, pudo haber anotado el segundo. Sin embargo, Abraham, en boca de gol, mandó el balón de forma inexplicable a las nubes.
Entre quejas y lamentos, Lautaro, que quería marcar otra vez en esta pretemporada, sacó un chut potentísimo que acabó parando Caballero, que esta vez sí estuvo acertado. Una mano que evitó que el partido no hubiese ido a los penaltis.
Los 'blues' salieron victoriosos de la lotería tras anotar los cinco lanzamientos. El fallo decisivo fue el de Skriniar, que tiró sin ganas el penalti. Eso permitió a Caballero que adivinara el chut y dejase en bandeja el triunfo a su equipo. Azpilicueta cerró el partido con la última pena máxima.
Los dos equipos tienen que mejorar bastante de cara a los siguientes compromisos. El Chelsea se enfrentará al Arsenal, mientras que el Inter se medirá al Olympique de Lyon.