El Espanyol volvió a perder en LaLiga y se sitúa a diez puntos de la salvación, cuando faltan seis partidos para el final. Rufete dio la cara tras caer ante el Madrid.
"El planteamiento y el trabajo era conseguir la victoria y así se planteó. Me siento orgulloso de los jugadores porque lo dieron todo. Conseguimos que entendieran que como equipo son fuertes", aseguró en la rueda de prensa posterior al partido disputado en el RCDE Stadium.
Tras este resultado, el Espanyol sigue colista, a diez puntos de la salvación, cuando quedan seis jornadas para que finalice la competición.
En este sentido, el preparador alicantino reconoció que la permanencia "cada vez está más difícil", aunque las diferencias todavía "no son determinantes", dijo.
"Nos faltó un poco más de pausa para robar el balón. Tuvimos mucho orden, muchísimo sacrificio. Dimos un paso adelante, me hubiera gustado tener una alegría. Si la afición hubiera estado en el estadio, no hubiésemos perdido", opinó.
Sobre el futuro, el entrenador blanquiazul, que este domingo debutó en el banquillo en sustitución de Abelardo Fernández, instó a sus jugadores a "vivir día a día y partido a partido" para luchar hasta el final.