Basta con echar un vistazo a la prensa de la Ciudad Condal en verano para saber que Caio Henrique estuvo o está en la agenda del Barcelona. El proyecto de Xavi Hernández estaba en búsqueda de un lateral con Marcos Alonso como prioridad y él como alternativa, pero, al final, no hubo avances. Se quedó en el Mónaco y, ahora, puede decir que es centenario defendiendo su escudo. BeSoccer Pro lo analiza.
Lo más notorio de su hito es que lo ha labrado en tan solo tres temporadas, lo que habla muy bien de su trascendencia en la plantilla. Es especialmente llamativa su presencia en el campo la campaña pasada, cuando estuvo en 49 encuentros diferentes y fue titular en 45 de ellos, o sea, casi todos. Ahora, va camino de registros similares.
En esa 21-22 que le encumbró, dio rienda suelta a su perfil más ofensivo. Firmó su mayor cifra de asistencias, con 12, y anotó dos goles. Es por este tipo de aspectos por los que los ojeadores azulgranas le han echado el ojo, pero este análisis quiere ir más allá y ha detectado otras pruebas de por qué se amoldaría bien a los conceptos tácticos 'culés'.
Cuando se le pasa el escáner estadístico a Caio Henrique, lo que más resalta es su capacidad asociativa. Comparándole con el resto de laterales izquierdos de la Ligue 1 esta temporada, es el primero en centros con éxito (14), en pases progresivos con éxito (115), en pases en general con éxito (500) y en pases al último tercio (98). También es el tercer exponente en pases clave, con nueve.
¿Qué implican estas cifras? Que se trata de un futbolista en el que se puede confiar para hacer avanzar la pelota y, más en concreto, hacerla avanzar cerca de la portería contraria, justo lo que gusta a Xavi que hagan sus hombres en las bandas. Otro aspecto que le agrada es el de ser arriesgado y querer asociarse con los compañeros. Un dato contrasta este rasgo del brasileño: es el segundo lateral zurdo con más pases intentados de la élite francesa, con 624.
Mónaco es la lanzadera de su estrellato
Comprendido ya por qué el Barcelona le sigue tan de cerca, es el momento de entender cómo ha jugado un papel clave el Mónaco en su progresión. Antes de pasar a ser propiedad del club del Principado, pertenecía al Atlético de Madrid, que le cedió a Fluminense y a Grêmio como destinos más notorios, si bien tan solo logró destacar en el primero. De hecho, arrasó.
Quedaba en el tintero un viaje a Europa que le pusiera a prueba en los escenarios más difíciles del fútbol mundial y, gracias a la confianza monegasca en él, ha conseguido demostrar que es capaz de rendir frente a los mejores. Es un titular habitual con datos de pieza clave y un físico que suele pasar desapercibido, pero que hay que destacar.
Octubre es la mejor evidencia: se presentaba complicado para los rojiblancos, con varios encuentros entre semana y muchos con tan solo unos días para prepararse. Caio Henrique, lejos de necesitar reposo, estuvo frente al Nantes, el Trabzonspor, el Montpellier, el Trabzonspor -de nuevo, por la Europa League- y el Clermont en cuestión de 14 días.
Salió de inicio en todas estas citas, que le propulsaron como el valor insustituible que es en el Estadio Louis II. Además, la directiva puede estar más que contenta y tranquila. Le tiene atado hasta verano de 2027 y tan solo tuvo que invertir unos ocho millones en firmarle procedente del Atlético: salió 'barato', es bueno y apunta a ir a más.