Stefano Pioli no pudo debutar con victoria en el Milan. Los de San Siro se quedaron a la orilla del triunfo y el guion que muchos esperaban con la visita del Lecce no terminó de cumplirse. De hecho, se endureció.
Los 'rossoneri' se adelantaron pronto. En el 20', Çalhanoglu comenzó su buena tarde-noche tras acribillar a Gabriel y poner el 1-0 con un duro remate que se coló por el primer palo.
El Lecce, metido en descenso, parecía acusar sobremanera el tempranero tanto. Los visitantes no renunciaron al ataque ni a la reacción, mientras el Milan dormía el choque se conformaba con la renta.
Tras el descanso, llegó la sorpresa en San Siro. La primera de ellas. Una mano inocente en el área del Milan le dio un penalti al Lecce que no desaprovechó Babacar a la segunda, tras la parada de Donnarumma en el primer intento.
El Milan se puso las pilas de nuevo y en el minuto 81 encontró de nuevo el camino al gol. Çalhanoglu le dio un 'caramelito' a Piatek que este degustó en forma de gol. El delantero polaco acumulaba casi un mes sin marcar y lo celebró con su famoso pistolero.
Pero el gran mazazo aún no había aparecido en la capital lombarda. En el minuto 92, un buen disparo cruzado de Calderoni robó dos puntos sobre la bocina y dañó seriamente la moral de Pioli, del Milan y de la afición.