Fran Sandaza no podrá cumplir su sueño de jugar en Primera con el Girona. El delantero abandona la disciplica catalana y se marcha al Al-Ahli catarí, cuyo jefe desde el banquillo es Joaquín Caparrós.
El corpulento ariete ha demostrado a lo largo de su carrera ser un jugador que se parte la cara por su equipo... literalmente. Así lo demostró hace varios años cuando jugaba en el Rangers escocés.
Allí Sandaza chocó bruscamente con Hutchinson, provocándole fractura de pómulo, mandíbula y cejas. A causa de aquel incidente, y tal como él reconoció, ahora tiene "media cara de titanio".
Desplazado del Girona a pesar de su contribución al ascenso, Sandaza afronta una de sus varias aventuras lejos de España. La última, en 2015, en el FC Tokyo.