Durante la temporada 2009-10, en Inglaterra ningún club podía fichar a jugadores extranjeros que no hubieran jugado un mínimo de partidos con su selección nacional.
Chicharito, con 22 años, no llegaba a ese cupo. Sin embargo, en el Manchester United estaban seguros de que el mexicano podría ser la próxima gran estrella de la Premier, por lo que usaron el último recurso disponible.
A la norma antes mencionada, que ahora suena extraña, había una excepción. Si el entrenador de la Selección Inglesa daba el visto bueno al traspaso, este se podría llevar a cabo.
"Me llamó el entrenador del United, Sir Alex Ferguson. Me pidió poner la firma, para que Chicharito pudiera jugar en Inglaterra. Yo tenía ese poder", comentó Fabio Capello en una entrevista concedida a 'ESPN'.