La suplencia de Harry Kane en Guimaraes ha hecho que la capitanía de los 'pross' recaiga sobre Raheem Sterling. El delantero del City encarna la veteranía, con sólo 24 años, en la joven Inglatera de Southgate.
Ante Holanda, en la otra semifinal de la 'Final Four' de la Liga de las Naciones, Sterling además alcanzará el medio centenar de internacionalidades.
Este partido, a expensas de lo que ocurra en él, es el premio a una temporada muy difícil para el internacional inglés. Porque este año el racismo no le ha dado ni un minuto de descanso.
Ante los silbidos y cánticos de dudoso gusto, Raheem Sterling siempre ha dado la cara. "Soy negro y estoy orgulloso de serlo", espetó antes de medirse al Tottenham en la Champions, cuando más candente estuvo el tema del racismo en Inglaterra este curso.
No lo ha pretendido en ningún momento, pero se ha convertido en un referente dentro del fútbol por su lucha contra las actitudes racistas.
Pero este curso ha sido algo más que racismo para Sterling. Ha repetido como ganador de la Premier y ha sido elegido jugador del año. Un modelo a seguir que nunca ha querido serlo.
6 de junio de 2019