El 2-3 ante Inglaterra fue un golpe duro para la Selección Española, a la que le valía todo menos una derrota para su clasificación virtual para la Final Four de la Liga de Naciones.
Las caras de penas fueron un denominador común en todos los miembros de la expedición de 'la Roja' a su llegada a Barajas tras el partido disputado en el Villamarín.
Uno de los primeros en bajar del avión fue el presidente de la RFEF, Luis Rubiales, con cara de pocos amigos, muy parecida a la que tenía el seleccionador, Luis Enrique, o muchos de los jugadores que fueron pisando suelo madrileño.