Las eliminatorias a partido único tienen algo especial. No se plantean del mismo modo, porque se juegan sin red, sin un partido de vuelta en casa, sin el juego de los goles fuera de casa.
Se plantean desde el máximo respeto por el rival, porque cualquier error puede ser letal. Porque no se perdonan. Y 'gunners' y 'hammers' parecían sabérselo a la perfección.
Así, pese a los onces poco habituales plantados en el Emirates, Arsenal y West Ham disputaron un encuentro muy parejo, que se decidió mediante un único gol, obra de Danny Welbeck, a los 42 minutos de juego.
El West Ham lo intentó, pero el Arsenal supo manejar los tiempos y el balón, demostrando una eficacia ofensiva y defensiva envidiables: ocho disparos, uno a puerta, un gol, por un único chut de los 'gunners' que ni siquiera fue entre los tres palos.
Pasa de ronda el Arsenal, pero ha pagado un inesperado precio por ello: la lesión de Olivier Giroud, a los 78 minutos de encuentro.