El Real Madrid de Alberto Toril tiene una nueva estrella. Una de las incorporaciones de este mercado estival, Caroline Weir, ha tardado solo unas pocas semanas en convertirse en una auténtica ídolo para la afición blanca.
En su primer partido oficial ante el Sturm Graz, la escocesa no solo dejó grandes detalles de su inmensa calidad con el balón, también mostró su facilidad para liderar el juego de ataque del equipo blanco y su gran golpeo en las jugadas a balón parado. Solo basta con ver el exquisito control de espuela con el que inicia la jugada del segundo gol para observar las posibilidades y mejoras que puede ofrecer Weir al equipo de Toril.
Jugando como la interior más adelantada por delante de Zornoza y Toletti, la centrocampista no paró de ofrecerse entre líneas para romper el entramado defensivo del conjunto austríaco y generar constantes ocasiones de peligro combinando con sus compañeras.
Una grandísima actuación que sumada al instinto goleador de Esther, que se estrenó anotando cuatro tantos; la verticalidad y el increíble talento que muestra en cada partido Athenea y la ilusión que ha despertado Naomie Feller en la banda derecha, ha elevado las expectativas de la afición en una temporada que se prevé realmente ilusionante.