Carrasco se pone a 100

Sólo ha necesitado dos temporadas y cuatro partidos de la actual para alcanzar esa cifra, que envía directamente su nombre al Paseo de las Leyendas del nuevo estadio Wanda Metropolitano y que habla de la importancia y la continuidad que ha tenido el extremo en el esquema del argentino Diego Simeone desde que logró la adaptación.

No fue un acoplamiento sencillo ni rápido. Fichado en el verano de 2015 del Mónaco, en los primeros ocho encuentros oficiales del curso 2015-16, él sólo participó en tres partidos -uno solo de titular- o 101 minutos: 24 contra el Sevilla, 32 ante el Barcelona y 45 frente al Getafe-. Y en tres fue el descarte de la convocatoria.

Ni viajó a Villarreal ni salió al campo contra el Benfica justo antes del impulso definitivo para él en el equipo rojiblanco: el derbi frente al Real Madrid del 4 de octubre de 2015. Fue suplente, el primer recambio, por Óliver Torres, y un hombre decisivo para el 1-1 final logrado para el Atlético por el argentino Luciano Vietto.

Un cambio sustancial para él, de aquel regateador en proceso de adaptación al jugador determinante, completo y goleador que fue después. Y con más responsabilidad defensiva. "Al principio, no jugaba mucho porque era difícil defender y el estilo de juego", admitía Carrasco. Le costó, sobre todo, el orden y cerrar líneas.

Desde entonces sumó constantemente partidos sólo con la pausa obligada de las lesiones. De los 110 choques posteriores del Atlético en competición oficial, incluido aquel derbi, él ha jugado 97, 72 de ellos como titular, y sólo se ha perdido catorce, trece de ellos por lesión o sanción y uno por descanso, cuando se quedó fuera de la convocatoria en la Copa del Rey en Reus. El resto los disputó.

"He cambiado mucho mi estilo de juego y defiendo mucho más de lo que defendía antes", recordó el pasado 12 de febrero, tras ganar 3-2 al Celta, con un golazo suyo, uno de los veinte tantos que ha sumado con la camiseta del Atlético. El primero lo logró el 18 de octubre de 2015 ante la Real Sociedad; el último, este curso, en Las Palmas.

Entre uno y otro, con momentos formidables pero también con tramos grises, dentro de esos acentuados altibajos que ha mantenido en sus cien encuentros con el Atlético, ha marcado goles de indudable transcendencia, como el que igualó la final de la Liga de Campeones contra el Real Madrid en el estadio de San Siro en 2016, luego perdida en los penaltis, o el que le hizo al Bayern Munich en la victoria por 1-0 en la fase de grupos siguiente en el Calderón.

"Al arco, al arco Carrasco", le ha gritado más de una vez su técnico, el argentino Diego Simeone, en los entrenamientos, en ese desafío para transformarle en un futbolista aún más determinante con sus variadas cualidades, las que le han dirigido a los cien partidos con el Atlético con 24 años recién cumplidos, el pasado lunes.