El argentino tuvo la oportunidad desde los once metros después de que Mario Gaspar cometiera la infracción. Rolán disparó una peinada de Rubén Pérez y el balón impactó en la mano del lateral derecho del Villarreal.
Carrillo tomó la responsabilidad y envió el balón directamente a la grada, muy lejos del marco defendido por Sergio Asenjo.
Hasta ahora, en LaLiga se habían decretado hasta 10 penas máximas y absolutamente todas habían terminado en gol.