La Superliga Europea, aunque por el momento parece que no sale adelante, ha trastocado el panorama futbolístico actual. El Barça era uno de los 12 clubes fundadores, a pesar de las contrarias declaraciones de ciertos integrantes de la entidad.
En su etapa como candidato, el actual presidente 'culé', Joan Laporta, admitió que la idea de este nuevo campeonato "se cargaría el negocio del fútbol".
Otro azulgrana que se mostró en contra de la Superliga fue Piqué. El central, en plena vorágine y abandono de los clubes, publicó un tuit en el que dijo: "El fútbol es de los aficionados. Hoy más que nunca".
En este contexto, 'RAC1' lanzó este lunes una bomba a través de su periodista Roger Saperas, que explicó que el máximo mandatario de la UEFA, Aleksander Ceferin, quedó para comer con el jugador del Barça para hablar de los derechos televisivos y cómo funcionan estos.
El defensa azulgrana, además, propietario del FC Andorra, aprovechó el encuentro para tratar asuntos de negocio. Piqué, sobre todo, buscaba ser asesorado sobre algunos aspectos empresariales.
Por si fuese poco para ellos, más tarde se unió Laporta, figura muy criticada por Ceferin por haber dado luz verde al proyecto de la Superliga. Tal y como explicó la fuente, el dirigente azulgrana llegó a la hora de los postres.
Entretanto, el presidente sigue sin manifestarse públicamente, pero el Barça comunicó que su idea de seguir en el nuevo torneo sigue en pie, aunque esta decisión tendrá que ser aceptada por los socios.