El Celta B ha cuajado un año de ensueño y ha rozado el ascenso a Segunda División, un hito histórico para el segundo equipo celeste. Una parte de este éxito tiene nombre y apellidos: Alberto Solís.
El veterano futbolista decidió abandonar el filial gallego para emprender una nueva aventura en LaLiga SmartBank.
Seis años de estancia y de militancia, erigiéndose en el capitán del Celta B, a los que se pone punto final este martes.
Tres 'play off' de ascenso, e incluso un partido amistoso con el primer equipo ante el Real Oviedo, su bagaje más destacado como jugador del club vigués.