Bastaba con mirar el calendario para babear pensando en lo que podía tener preparado el Chelsea-Manchester City de esta jornada 12 en la Premier League, pero la realidad superó a las expectativas. Después de tan solo la primera mitad del partido, los aficionados, especialmente los neutrales, ajenos a la tensión de quienes veían a su favorito, habían visto ya 4 goles, todos de bella factura, y una serie de paradones, jugadas de vértigo e incluso polémica.
El entretenimiento empezó con Anthony Taylor, que señaló una pena máxima de Marc Cucurella sobre Erling Haaland al poco de sobrepasar el reloj los 20 minutos iniciales. El noruego, en un forcejeo con el español, acabó por los suelos. Con la situación revisada por el VAR, se llegó a la conclusión de que había entorpecido al atacante, que, encargado de chutar desde los once metros, resolvió la papeleta bien ante Robert Sánchez.
Los de Mauricio Pochettino reaccionaron poco después con un testarazo imperial de Thiago Silva, que, a sus 38 años, sigue siendo clave en la élite. Si esto, ya de por sí, es morboso, más picante acogió el encuentro cuando Raheem Sterling, ex del conjunto de Pep Guardiola, firmó la remontada rematando un 'pase de la muerte' de Reece James, que, unos instantes antes, había obligado a Ederson, con un golpeo de falta preciso, a llevar a cabo una de las 'palomitas' de la semana. Robert Sánchez contestó con una de 'gato' a Haaland en un mano a mano.
Por si esto no fuera suficiente, Akanji apareció como un apache en el tiempo añadido de la primera parte para rematar, de cabeza, un centro de Bernardo Silva y devolver la igualdad al marcador al suspiro del descanso. La cronología del primer acto acabó engalanada hasta los topes: polémica, penalti, gol de Haaland, golazo de Thiago Silva, paradón de Ederson, gol de Sterling -'ley del ex'-, paradón de Robert Sánchez y golazo de Akanji para reinstaurar las tablas.