Los próximos 27 y 28 de abril, Real Madrid, Chelsea, PSG y Manchester City buscarán un hueco en la final de la Champions. Un gigante de los de siempre y tres de aquellos que llamaban nuevos ricos, pero ya no tan nuevos. Estas semifinales son la consolidación de otra jerarquía en el fútbol europeo.
Curiosamente, las dos eliminatorias se dividen entre los que tienen la 'Orejona' en sus vitrinas y los que no. A las 13 del Real Madrid se une la que el Chelsea conquistó en 2012. Aquella fue la coronación de un proyecto gigantesco tras casi una década.
Como recopila BeSoccer Pro, entre los tres clubes han movido 5.553,85 millones de euros en fichajes. Sus medias de gasto por temporada superan los 100 'kilos' con creces, incluso se han ido más allá de los 200 y los 300 en algunas.
Mientras, en ventas no han sacado rédito alguno y han ahorrado en mercados muy contados. Tres veces el Chelsea (2008-09, 2014-15, 2019-20), una el PSG (2019-20).
Abramovich abrió la puerta
El pionero en esto de los magnates del fútbol fue Roman Abramovich. Con 37 años, el ruso puso su fortuna por delante para comprar el club londinense. Gastó 165 millones de euros para hacerse con su propiedad, liquidó sus deudas e inició una auténtica revolución.
En su primer verano fichó por valor de 169,7 millones. Llegaron jugadores como Hernán Crespo (26), Verón (21,5), Damien Duff (24,5) o Makélélé (20). Sus únicos ingresos fueron por la cesión de Forssell al Birmingham (750.000 euros) y la venta del canterano Leon Knight al Brighton (200.000).
Un golpe encima de la mesa que continuó con la llegada del campeón de Europa José Mourinho y más nombres históricos que forjaron el proyecto del portugués: Didier Drogba (38,5 millones), Ricardo Carvalho (30), Paulo Ferreira (20), Arjen Robben (18), Petr Cech (13)...
Durante sus cinco primeros años, el balance de ingresos y gastos nunca acabó en positivo. Ganó su primera Premier League en ese curso 2004-05, repitió en la 2005-06 y en Europa, ya sin Mourinho y con Avram Grant en el banquillo, se quedó a las puertas del título en la final contra el Manchester United de 2008. El resbalón de John Terry en penaltis decidió.
Pese a haberse asentado en la élite de la Premier League, Abramovich seguía sin su preciada Champions. Le sucedía lo mismo que a los dueños de PSG y Manchester City. Pero tras años de gastos y gastos, sonó la trompeta en el momento más inesperado. En 2012, con Roberto di Matteo como sustituto de Villas-Boas y el empate tardío de Drogba, los penaltis sí sonrieron a los 'blues' ante el Bayern. Necesitaron 854,03 millones hasta alcanzar el objetivo.
Mourinho les volvería a meter en una semifinal en su segunda etapa y ahora, siete años después, les llega el turno con Thomas Tuchel. El Chelsea fue el equipo que más gastó en un verano marcado por la pandemia: 247,2 millones de euros. Timo Werner y Kai Havertz fueron los refuerzos estrella.
El balance de la 'era Abramovich' es de 2.222,58 millones gastados en fichajes a lo largo de 18 temporadas. El más caro, el citado Havertz, que costó 80. Los mismos que Kepa. Por el otro lado, las ventas han sido de 1.168,46 millones y la más alta, la de Eden Hazard al gigante tradicional de estas semifinales, el Real Madrid. En definitiva, un déficit de 1.054,12 'kilos' que aun así se transformó en cinco Premier, cinco FA Cup, tres EFL Cup, dos Community Shield, una Champions League y dos Europa League.
Al Nahyan y Al Mubarak
La gran inversión emiratí entró en Europa a través del Manchester City. En 2008, Abu Dhabi United Group se hizo con los 'sky blues' y siguió parcialmente el camino de Abramovich. Ingresó 26,5 millones, pero gastó 157,35. Robinho fue el nombre estrella. 43 millones costó el extremo del Real Madrid.
Hubo alguna risa cuando Robinho dijo que se iba al City a ganar títulos. El historial no era halagüeño, pero fue creciendo a base de millones hasta que el proyecto se asentó y rompió la gran barrera conquistando su primera Premier League desde 1968 en 2012. Mancini lideraba aquel grupo de los Agüero (su héroe), Dzeko, Yaya Touré, David Silva, Kompany o Zabaleta. Eso sí, sin el ex madridista, que se fue justo antes de la explosión 'citizen'.
La clave del Manchester City fue dar no solo con un grupo definido en el césped, sino en los despachos. El jeque Mansour Al Nahyan y el presidente Khaldoon Al Mubarak incorporaron a Txiki Begiristain y Ferran Soriano como director deportivo y director de fútbol. Su sueño era dominar como el Barça de Guardiola y años después acabarían dando con el catalán.
Manuel Pellegrini llegó en 2013 y solo consiguió meter al club en la semifinal de Champions League durante su primera temporada. La presión, tras ganarlo todo en Inglaterra, estaba en la 'Orejona' y el chileno tampoco pudo con ella. Guardiola, aterrizado en 2016, haría pleno de títulos en el país en 2018 pero tampoco pasó de los cuartos de final hasta esta temporada.
Durante el último año de Pellegrini, los gastos se multiplicaron. 208 millones invirtió la propiedad para fichar a De Bruyne (76), Sterling (63,7) u Otamendi (44,5). Tras ganar solo la Copa de la Liga, llegó el volantazo y el fichaje de Pep, para el que se han empleado 948,41 millones de euros durante sus cinco temporadas en el club.
El mencionado De Bruyne es el fichaje más caro en la historia del Manchester City. Al menos ha quedado justificado en el campo. En cuanto a salidas, el mayor monto recibido es de 45 millones por Leroy Sané. Respecto al balance, la propiedad ha desembolsado hasta 2.016,17 'kilos' en estas 13 temporadas, a una media de 155,09 por curso, y sus ingresos en traspasos han sido de 599,32.
Después de cuatro Premier, dos FA Cup, cinco EFL Cup y tres Community Shield, la exigencia está en la Champions. Empresarialmente no hay dudas de la potencia del City Football Group que ya engloba a diez clubes en Europa, América y Asia. Pero la gloria europea sobre el campo se resiste.
Máxima presión para un PSG que rozó la 'Orejona'
Entretanto, el Paris Saint-Germain llega tras haber perdido la última final de la Champions League contra el Bayern. Al igual que la Premier de 2012 para el City o la final de 2008 para el Chelsea, esto sirvió para romper barreras psicológicas. Tras no haber pasado nunca de cuartos de final, el club de Nasser Al-Khelaïfi vuelve a la carga con Mauricio Pochettino en el banquillo.
La entrada de Qatar Sports Investments en el PSG fue en 2011. La entidad pasó de fichar por nueve millones de euros en 2010 a gastar 107,1 en el primer año de los cataríes. Javier Pastore fue su primer traspaso récord, pagaron 42 millones al Palermo, y llegaron otros como Thiago Motta, Alex, Maxwell, Sirigu, Matuidi o Gameiro.
Al-Khelaïfi confió de primeras en Antoine Kombouaré, entrenador desde 2009, pero la lista desde entonces es de quilates: Carlo Ancelotti (enero de 2012 a 2013), Laurent Blanc (2013-2016), Unai Emery (2016-2018), Thomas Tuchel (2018 a diciembre de 2020) y el actual Mauricio Pochettino.
Mientras el Olympique de Lyon se iba debilitando, el PSG dominaba Francia sin rival. Ganó su primera Ligue 1 con la nueva propiedad en 2012 y desde entonces se ha hecho con el título siete veces, cuatro y tres consecutivas con un único paréntesis. También cuentan cinco Copas de Francia, seis Copas de la Liga y ocho Supercopas del país.
Tras el primer fichaje bomba de Pastore, el PSG se fue superando año a año con jugadores como Lucas Moura (40 millones), Thiago Silva (42), David Luiz (49,5) o Edinson Cavani (64,5). Pero el gran golpe de efecto fue Neymar Jr, al que arrebató al Barça cuando este iba a por Verratti. El brasileño fue el fichaje más caro de la historia al pagar su cláusula de 222 millones de euros.
Como guinda, el delantero más deseado por todos, Kylian Mbappé, al que incorporó desde el Mónaco en 2018 por 145 'kilos'. Hasta su primera final de Champions volaron 1.159,1 millones de euros. Este verano, muy vigilados por la UEFA y afectados por la pandemia, los parisinos 'solo' gastaron 61 millones: 50 para quedarse a Mauro Icardi, seis para hacer lo mismo con Sergio Rico, y las tarifas de cesión de Danilo Pereira (4) y Florenzi (1).
En definitiva, a lo largo de las últimas diez temporadas, la factura del club del Parque de los Príncipes asciende a 1.315,1 millones en incorporaciones, mientras que ha ingresado 448,5. Su venta más cara fue Guedes al Valencia (40). El déficit total ha sido de 866,25 millones, aunque no serán suficientes si el PSG, como sus rivales, vuelve a fallar en el objetivo de levantar "esa copa tan linda", como decía uno de sus grandes sueños: Leo Messi.