Giorgio Chiellini y Leonardo Bonucci. Uno camina medio encorvado, con su nariz aguileña, aparentemente cansado. El otro siempre lo hace erguido, con clase, canallita. 36 y 34 años. Después de ganar la Eurocopa, la primera de Italia desde 1968, se marcharán juntos de vacaciones como una de las auténticas sensaciones del verano.
Bajo el mando de Roberto Mancini han lucido como nunca, pero la realidad es que ahí han estado siempre. Lo que hace el título continental es sacarle brillo a una pareja sempiterna, dignísima sucesora de los Cannavaro, Nesta o Maldini, que durante la última década ha compartido entrenamientos, tiempo libre y confidencias cada día de la semana.
Esta Eurocopa ha sido mucho más de equipos que de individualidades. El fracaso de Portugal o Francia fue un síntoma que confirmó la evidencia a partir de cuartos de final, donde también triunfaron las República Checa, Dinamarca o una España sin el lujo y la purpurina de antaño. En ese contexto, para Italia ha sido fundamental contar con una dupla como la de Chiellini y Bonucci. Dos personas que conocen mutuamente sus manías, automatismos, filias y fobias. Ambos copan la zaga de nuestro once ideal.
Según los datos de BeSoccer Pro, los dos centrales disputaron en Wembley su partido número 384 juntos entre la Juventus y la Selección de Italia. Si Chiellini renueva con la 'Vecchia Signora', algo para lo que le presiona su compañero, todo apunta a que esta campaña alcanzarán los 400. Un registro brutal que tiene su comienzo en el año 2010.
Curiosamente, el debut de la dupla Chiellini-Bonucci no fue en la Juventus, sino en la 'Azzurra'. El 23 de marzo de 2010, el segundo aún jugaba para el Bari con 22 años y fue convocado para un amistoso contra Camerún (0-0) en el que formaron una defensa de tres centrales junto a Fabio Cannavaro, con Maggio y Criscito por las alas.
Fue ese verano cuando Bonucci fichó por la Juve y entonces sí, el 29 de julio, disputaron juntos la ida de la previa de Europa League contra el Shamrock Rovers irlandés. Los turineses venían de una temporada decepcionante en la que fueron séptimos, resultado que repitieron en esa 2010-11 antes de enganchar el 'Scudetto' durante nueve años seguidos.
Al final, Chiellini venía de crecer y hacerse fuerte desde el descenso a la Serie B y en Bonucci encontró a un socio ideal, aunque sorprendió la escapada del de Viterbo al Milan en la temporada 2017-18. Aparentemente, su relación con Massimiliano Allegri se había deteriorado y a ello se le sumó un supuesto episodio violento con Andrea Barzagli durante la final de la Champions perdida contra el Real Madrid, según narraba entonces 'RMC'. Pero justo un año después regresaría a Turín en un trueque con Gonzalo Higuaín.
Desde entonces no se han vuelto a separar. Con la Juventus, Chiellini y Bonucci han disputado 321 partidos juntos, el 60% y el 74.1% del total de sus encuentros como 'bianconeri' respectivamente. Vestidos del azul de Italia, 63; el 56.2% y el 57.8%. Y las cifras de ambas etapas son tremendamente parecidas.
Para empezar, con Italia el 53.97% de sus partidos acabó en victoria, el 34.92% en empate y solo el 11.11% en derrota. Han atravesado la mayor crisis en la historia de la 'Azzurra', pero se han rehecho hasta alcanzar la gloria. Defensivamente han dejado la portería a cero en el 47.62% de las ocasiones y promedian apenas 0.71 goles por encuentro.
¿Y qué sucede con la Juventus? El porcentaje de triunfos sube fruto de todos estos años consecutivos de títulos hasta el 66.67%, aunque bajan los empates (20.56%) y suben ligeramente las derrotas (12.77%). Mientras, los turineses encajaron una media de 0.74 goles por encuentro y lograron acabar imbatidos en el 48.6% de las ocasiones.
En datos absolutos, de los 384 partidos juntos, Chiellini y Bonucci ganaron 248 (64.58%), igualaron en 88 (22.92%) y perdieron tan solo 48 (12.50%). En una muestra tan amplia de encuentros, promediar por debajo el gol por encuentro (282 en total, ratio de 0.73) es realmente difícil. Y blindar la portería en 186 ocasiones (48.44%), lo mismo.
Durante estos años ganaron mano a mano ocho Serie A, cuatro Copas de Italia, cinco Supercopas y se lloraron en el hombro la Champions perdida en 2017. Ahora celebran eufóricos la Eurocopa con todas las cámaras apuntando. Es lo que tiene ser una de las parejas más eficaces de la década en el fútbol europeo. Siempre han estado, pero es el éxito lo que les ha dado el foco internacional.