La Coppa Italia volvió a desnudar las miserias de una Roma a la que ya sólo le queda agarrarse al clavo ardiendo de la Champions para defender una campaña injustificable.
Fue Federico Chiesa una vez más el que comandó las operaciones de una Fiorentina que le hizo ¡siete tantos! a los romanos, habiendo sentenciado el partido en apenas media hora.
El exterior, que ya fue decisivo en la anterior ronda ante el Torino con un doblete y que llegaba al choque tras hacer un nuevo doblete en la Serie A ante el Chievo, anotó un 'hat trick' y mostró las penurias de una Roma que sólo fue capaz de acortar distancias momentáneamente por mediación de Kolarov.
Para entonces, en el minuto 28, la Fiore ya ganaba por 2-0 gracias al doblete de Chiesa, que aún anotaría un tanto más tras el descanso.
Todavía antes del entretiempo, Muriel lo pondría casi imposible para una Roma destrozada, que encajaría una severa goleada en la última media hora del choque.
En la que podría ser una de sus últimas balas, Di Francesco se la jugó metiendo a Dzeko y Pellegrini al descanso, pero el bosnio fue expulsado y el joven jugador no pudo aportar demasiado.
Al contrario, Benassi puso el 4-1 en el minuto 66 y Chiesa firmó el mencionado 5-1 ya cuando la Roma estaba con uno menos por la expulsión del atacante balcánico.
Por si fuera poco, el hijo del Cholo Simeone, Giovanni, aprovechó los últimos diez minutos de partido para hacer dos tantos más y sellar el 7-1 final, que deja muy tocados a Monchi y a Di Francesco y que permite soñar a la Fiorentina con un título bastante tiempo después.