Finiquitada una vuelta, el Alavés durmió la noche del sábado en puestos de Liga de Campeones. Ya no se puede hablar de casualidad, sino de tendencia. Por eso tampoco resultó extraño que el equipo de Abelardo terminara rescatando un punto cuando parecía que perdería.
No se puede resumir la igualada diciendo que hubo una parte para cada uno, por más que el Girona marcara a los 12 minutos y el Alavés empatara a los cinco de la reanudación. La sensación más habitual fue la de que los de Eusebio mandaban y merecían más.
El 1-0 fue el premio a su buen arranque y la consecuencia de tener a un delantero de la talla de Stuani. No deja de sorprender el uruguayo, que resolvió un pase al interior del área con maestría: control con la derecha, chilena con la izquierda. En un escorzo tan imposible como certero.
El equipo catalán pudo haber aprovechado esa inercia para impulsarse hacia el 2-0, pero le falló la puntería. Eso sí, Alcalá tuvo que sacar bajo palos un gol que se colaba.
En la reanudación, tras un aviso de Burgui, Bastón hizo su cuarto tanto de la temporada. Voleó mal Calleri, pero ahí apareció el ariete para no perdonar la igualada.
Los momentos finales fueron una ruleta rusa, pero ni Borja García, ni Clleri ni el 'Choco' Lozano fueron capaces de atinar.
El Alavés, sin Ibai Gómez ni Jony, sigue siendo de Champions. El Girona, uno de los equipos más aseados y competitivos de la competición.