Como cuando dejó la Real Sociedad para recalar en el Atlético, a Antoine Griezmann le está costando hacerse al Barcelona. El galo, que parece ir paso a paso en una integración más lenta de lo normal, repasó su carrera en 'UEFA.tv'.
Comenzó recordando sus comienzos, en los que tenía incertidumbre por saber si iba a crecer lo suficiente, algo con lo que también tuvo problemas su ahora compañero Leo Messi.
"Siempre decían que era demasiado pequeño, me hacían radiografías de la muñeca para ver hasta dónde iba a crecer, fueron momentos muy difíciles pero en el campo se me olvidaba", apuntó el jugador del Barça.
Griezmann, como ya hizo público en algunas ocasiones, dio gran valor a todo lo aprendido en la Real Sociedad. "Todo lo que es mi juego de primer toque, de paredes, de mirar hacia adelante, lo aprendí en la Real. Noté un cambio fue cuando fiché por el Atleti, aquel fue un cambio muy duro", aseguró el galo.
Aunque se mostró encantado de su tiempo en el Manzanares (y el Metropolitano), también tuvo un reproche para Diego Pablo Simeone, su técnico en el Atlético: "No me dejaba hacer lo que hacía yo en la Real".
Eso sí, agradeció al argentino lo que se esforzó para que mejorar. "Siempre tenía detrás su voz pidiéndome más y pidiéndome cosas que no tenía. En la Real no bajaba tanto, pero aprendí defensivamente, tacticamente y fui más goleador gracias a él", continuó.
El ahora jugador del Barcelona reconoció que su segundo año en el Atlético fue el mejor. Empezó a experimentar con cosas que hacía en la Real y otras innatas del Atlético y aquello le llevó a ser campeón del mundo.
Antoine reconoció sus limitaciones en la entrevista -"Yo no tengo uno contra uno o mucho regate", dijo- y confesó que lo de fuera le afecta a la hora de jugar: "Cuando juego al fútbol, hago lo que me sale, no pienso mucho. Si estoy mal o triste en mi vida privada, en el campo se va a notar".
Para concluir, Griezmann, que confirmó que se está adaptando poco a poco en el Barcelona, recordó la Champions perdida ante el Real Madrid en Milán.
"Pienso mucho en aquello. Y duele mucho. Nos hizo perder la final, si la metía hacíamos el segundo enseguida. Habíamos salido muy bien, estábamos apretando arriba. Siempre me va a doler, aunque la gane con el Barça. Me dolerá igual esa final con el Atleti era mi objetivo, el de todo el club y lo tenía en los pies. No puedo dar marcha atrás, si no ya lo habría hecho. Dentro de 10 o 15 años me va a doler igual", apuntó del penalti fallado en la segunda parte.
Y Griezmann acabó con un mensaje a los aficionados del Atlético: "No me fui del Atleti por ganar Champions ni ganar más títulos. Me fui del Atleti para aprender un nuevo juego, nuevas filosofías. Aprender otro fútbol, otro equipo. El Atleti pude ganar la liga y la Champions cualquier año".