Si de algo presumía el FC Barcelona de Ernesto Valverde, con permiso de Leo Messi, era de la estabilidad que tenía en la portería, donde el único problema que tenía Cillessen es que compartía vestuario con Ter Stegen.
El guardameta alemán, erigido como uno de los mejores del mundo en su posición, cerró las puertas al holandés, que abandonará esta temporada el club en busca del protagonismo que no tiene en el Camp Nou.
Desde que se lesionase el pasado 1 de febrero, Cillessen no transmite la seguridad de otrora, cayendo en Balaídos y encajando dos goles frente al Eibar. Solo en tres de los diez partidos que ha disputado este curso logró acabar imbatido.
En Ipurua, el holandés no supo blocar el disparo de Cucurella y el balón se le coló por debajo del brazo para abrir el marcador. Minutos después del doblete de Messi, Cillessen salió a por uvas y cedió con un mal despeje el 2-2 de De Blasis.
A menos de semana de la final de la Copa del Rey, el guardameta ha perdido el aura de seguridad del que presumía Valverde y en Valencia ya afilan las botas de Rodrigo, Guedes y cía.