Justo cuando se apagaba la vida de Kobe Bryant, noticia más impactante del mes de enero y seguramente de todo 2020 en el mundo del deporte, Vallecas volvía a recordar a su mítico guardameta Wilfred Agbonavbare.
El lunes se cumplieron cinco años de la desaparición del arquero, segundo gran portero africano que actuó en la Liga tras Tommy N'Kono y leyenda de los años 90.
Un cáncer nos arrebató a un jugador que fue todo corazón y a quien la vida le golpeó de la manera más dura. Titular en el Rayo entre Primera y Segunda durante casi seis temporadas, exceptuando algunas rachas, acabó arruinado por pagar un tratamiento contra el cáncer a su esposa en Estados Unidos.
Fue precisamente esta enfermedad la que también acabaría con su vida, no sin que antes en España se conocieran todos sus problemas económicos, pues apareció en un capítulo del programa 'El Jefe' en el que dejaba ver su nueva vida como repartidor.
Casi como si el azar hubiera querido ponerse de acuerdo con esta fecha especial, el aniversario de su fallecimiento llegó también en un fin de semana en el que hubo problemas con el racismo en la Liga.
Wilfred ya los vivió en los años 90, especialmente después de un partidazo en el que evitó un triunfo del Real Madrid, lo que a la postre le costó el campeonato a los blancos.
"Es normal, soy moreno y jugando así esperaba que la gente me chillase. Soy un futbolista y no pasa nada. Estoy muy contento con mi partido y juego concentrado, no pasa nada", reconocía entonces, en unas palabras que en este 2020 poca gente podría comprender. Era la naturalidad de un gran futbolista que fue incluso mejor persona.