El Eibar ya puede respirar tranquilo. El cuadro 'armero' acumulaba una mala racha (tres partidos sin ganar) que ha sido rota por completo gracias a la actuación de Rubén Pulido. El defensor visitante iba camino de un partido perfecto hasta que provocó un penalti por mano y se marcó en su propia portería.
Los locales apenas habían sido capaces de generar peligro sobre el área de Andrés Fernández, pero esa actuación del zaguero le dio mucha vida. Los de Garitano se impulsaron con la pena máxima y terminaron rematando la faena en el tiempo añadido.
Y eso que desde el inicio se vio a un Eibar muy ramplón ante una SD Huesca que tenía todo bajo control. Sabía que, pese a algún acercamiento peligroso de su rival, un contragolpe podía decantar la balanza hacia su favor. Y así fue.
Tras un fallo clamoroso de Stoichkov bajo palos y un intento de gol olímpio de Ríos, Escriche se tiró a ras de suelo en un centro de Soko y metió la pelota dentro de la portería de Luca Zidane. 0-1 y murmullos en Ipurua, que todavía no había visto perder a su equipo en casa este curso.
Parecía que eso se iba a producir por primera vez, pero el destino quiso que no fuese así. Ya en la segunda parte, la SD Huesca continuó controlando la situación pero en la recta final llegó una acción que marcó el devenir del choque.
No fueron los cambios de ambos conjuntos, sino la actuación de Rubén Pulido. El defensor estaba haciendo un encuentro muy completo hasta que en los últimos minutos pasó a ser el villano de su equipo.
En el 87', el árbitro, tras acudir al VAR, indicó el punto fatídico por una mano del zaguero dentro del área a tiro de Bautista. Hubo muchas protestas 'armeras' y finalmente, el colegiado decretó la pena máxima. Corpas tomó la responsabilidad y no erró.
El Eibar cogió oxígeno y le dio por ir a por el partido con diez minutos de añadido por delante. En el 92', en una acción desde el saque de esquina, Rubén Pulido remató hacia atrás y la pelota fue dentro de su portería.
Cara de pocos amigos del defensor al igual que la de sus compañeros. Y es que en apenas cinco minutos cambió por completó el duelo. Con el triunfo, los de Garitano asaltaron el quinto puesto mientras que los oscenses bajan al undécimo lugar.