Tras consumarse la victoria electoral de Joan Laporta, los rumores sobre los posibles fichajes que acometerá el nuevo presidente del FC Barcelona se han multiplicado a un ritmo exponencial.
Aunque el club azulgrana atraviesa dificultades económicas, se espera que él y su equipo consigan realizar buenos movimientos en la reconstrucción de la actual plantilla para dar así la posibilidad a incorporar a algunos cracks.
Son muchos los nombres que han sonado en las últimas horas, aunque hay dos que son muy repetidos y que, casualidad o no, avecinan una auténtica guerra en los despachos entre Barcelona y Real Madrid: David Alaba y Erling Haaland.
El actual futbolista del Bayern de Múnich acaba contrato y el cuadro blanco trabaja desde hace meses en su incorporación. Aunque sus pretensiones son elevadas, el acuerdo con el club 'merengue' parecía próximo, pero el Barça no tira la toalla.
Según publicó 'AS', los agentes del jugador se reunieron con Laporta la semana pasada y este les instó a esperar a las elecciones 'culés' antes de tomar una decisión, presentando de este modo al club azulgrana como un pretendiente muy interesado en hacerse con sus servicios, ya que uno de los grandes objetivos es reforzar la zaga.
Por otro lado, Erling Haaland es una de las piezas más deseadas por los grandes equipos del Viejo Continente. Con Mbappé como gran deseado, el noruego es el as en la manga de un Real Madrid que ve en el '9' del Borussia Dortmund a un digno sucesor de Cristiano Ronaldo y, de cara a una negociación, confía en sus buenas migas con la directiva germana.
Sin embargo, aunque tendría que hacer algún malabarismo financiero, Laporta sabe que, con Messi en la recta final de su carrera, el club necesita un crack para volver a la primera línea mundial, algo parecido al fichaje de Ronaldinho allá por 2003. Y Haaland parece ser el preferido.
De cara a la posible contratación del astro, 'AS' señala que el nuevo presidente del cuadro de la Ciudad Condal buscará explotar al máximo su gran relación con Mino Raiola, agente de Haaland, que ya llevó durante su último mandato a Ibrahimovic al Barça y, en las elecciones de 2015, estaba dispuesto a que Paul Pogba jugase en el Camp Nou si Laporta ganaba los comicios.