Cole Palmer lidera el cuadro de premios del Mundial de Clubes

La final del Mundial de Clubes, con el inesperado giro de timón que dio el Chelsea, también afectó en el plano individual. Los jugadores de Enzo Maresca poblaron el cuadro de honor de la competición en lo que a méritos individuales se refiere.
Amén del galardón de Gonzalo como máximo goleador del torneo, así quedaron las distinciones concedidas por la FIFA al término de la final:
Amén de que este trofeo lo suele ganar un integrante del equipo campeón, su exhibición con doblete y asistencia ante el PSG terminó haciendo que el joven inglés encabezara la votación final. De menos a más en el torneo, el atacante inglés finalizó el Mundial de Clubes con tres tantos y dos asistencias. Nadie ha mejorado esa contribución ofensiva.
Sin dudas, habría ganado el de oro de no haber caído en la final. El portugués completó una competición prácticamente redonda y destacó sobre manera en los conceptos del pase y siendo el líder del PSG. Un desempeño sobresaliente.
Otro de los líderes del Chelsea, tanto a lo largo del torneo como en la gran final que redondeó. Fue incluso más regular que Cole Palmer en los partidos, si bien su trabajo más oscuro y sin goles suele lucir menos a la hora de recibir los premios. Con todo, finaliza en el podio del Mundial de Clubes con merecimiento.
El rendimiento que ofreció en la final fue de matrícula de honor. Y no precisamente por salvar a su equipo con paradas milagrosas (sí dejó algunas buenas manos con el choque ya sentenciado), sino por ser parte directa en la aplicación de la estrategia de Maresca y parte activa en la generación de los dos primeros goles por banda derecha. Tres porterías a cero en seis partidos completan su estadística personal.
Premio de consolación para el extremo de Luis Enrique, quien no estuvo muy inspirado ante el Chelsea (como ninguno de sus compañeros), pero fue uno de los estiletes de un torneo en el quedará inmortalizado en conceptos como regates, pases y centros por su verticalidad en ataque. Un trofeo que suma al de mejor jugador de la final de Champions.
El Bayern de Múnich se marchó a casa en los cuartos de final, pero en el último encuentro acabó reconocido como el equipo más deportivo. Y es que los pupilos de Vincent Kompany únicamente vieron siete cartulinas amarillas en sus cinco duelos. Es más, en dos de ellos (Auckland y Benfica) finalizaron sin ninguna.