Hay un nuevo rey en Colombia. Deportivo Cali alcanzó la gloria tras superar a Deportes Tolima por 1-2 en el Manuel Murillo Toro y por 2-3 en el global de la eliminatoria. Además, los pupilos de Rafael Dudamel lo hicieron por la puerta grande, con remontada incluida.
Los primeros compases del choque fueron los típicos que se suelen dar en una final. Un continuo vaivén de una portería a otra y mucha tensión sobre el césped. Sin embargo, las ocasiones por parte de ambos conjuntos tardaron en aparecer.
Poco a poco, el duelo fue cogiendo color y Teófilo Gutiérrez comenzó a hacer sus diabluras con la pelota. El capitán copó todo el ataque de su equipo, pero aunque consiguió conectar con los hombres de arriba, la zaga del 'Vinotinto y oro' se armó hasta los dientes para no dejar pasar ni una sola pelota.
Los locales también se animaron en ataque y fruto de la fortuna o el buen hacer de todos lograron ponerse por delante en el marcador antes del cuarto de hora. Fue a balón parado, donde Cataño puso un caramelo para la cabeza de Quiñónes, que entró con todo desde atrás y colocó el 1-0.
Ni mucho menos este tanto iba a echar atrás a Deportivo Cali, que siguió con su plan establecido y con la intención de igualar la contienda cuanto antes. El tridente ofensivo comenzó a carburar y se puso manos a la obra para empatar antes del descanso.
El aluvión de ocasiones fue bestial, aunque los primeros 45 minutos finalizaron con ventaja para Tolima. Merecido o no, los de Hernán Torres estaban un pasito más adelante que su rival para conseguir la corona.
El telón del segundo acto se abrió con un Deportivo Cali muy ambicioso, pero con la cabeza fría. No obstante, el 'Vinotinto y oro' se resguardó y tuvo la brillante idea de vivir del 1-0, algo que más tarde le pasó factura.
Dudamel movió el banquillo en busca de soluciones y vaya sí lo hizo. En una jugada más puramente de fútbol sala que de este deporte, Teófilo combinó con Angelo, que, cual portentoso pívot, defendió la pelota con su cuerpo. El '9' cedió para la incorporación por banda derecha, que no fue otro que Vásquez, que remató con toda la fe del pueblo de Cali y batió a Cuesta para igualar la contienda.
A pesar del empate, Deportivo Cali se lanzó a por la victoria. No querían los pupilos de Dudamel confiar a la suerte el devenir del campeón. Ahora sí que sí, Tolima se lanzó arriba tras el mazazo recibido nada más comenzar la segunda mitad.
En los pocos errores que cometió la zaga visitante, Plata se plantó solo ante De Amores y todo el banquillo se llevó las manos a la cabeza. Pero los nervios le jugaron una mala pasada al '11', que disparó sin apenas potencia y el arquero rival pudo retener el esférico.
El Preciado valor de la lucha hasta el final
La historia pareció estar escrita con un final apoteósico a penaltis, pero ninguno de los dos conjuntos estuvo por la labor. Los ataques se siguieron sucediendo, aunque uno de los dos se llevó el golpe de fortuna que tanto ansiaba.
En el minuto 73, el colegiado pitó penalti a favor de Deportivo Cali tras una mano de Juan Fernando Caicedo al remate de Marsiglia. Toda la responsabilidad recayó sobre los hombros de Preciado, que si alguien pensó que se pondría nervioso, no le tembló el pulso en ningún momento.
El '7' remató con todo y el balón se coló por toda la escuadra de Cuesta. El 1-2 y la remontada eran toda una realidad y las prisas se apoderaron de Deportes Tolima a fata de 15 minutos reglamentarios para la finalización del envite.
El final no fue apto para cardiacos, ya que el ritmo fue totalmente frenético. Deportivo Cali achicó balones como pudo, mientras que el cuadro de Torres no paró de colgar balones al área.
El pitido final llegó y con ello el éxtasis, por un lado, y las lágrimas, por el otro. Deportivo Cali se alzó con su décima estrella e hizo reconocimiento del buen fútbol durante todo el año y, sobre todo, en el 'play off' final. Colombia corona a su nuevo rey de 2021.