Si a mediados de enero la hinchada cafetera cargó contra el gallego por supuestos insultos racistas a Jefferson Lerma, el pasado martes volvió a erigirse como el centro de la diana del fervor sudamericano tras el encuentro en Balaídos.
Aunque el centrocampista del Levante denunció que le "llamó negro de mie***", el propio Iago Aspas quiso zanjar la polémica a través de los medios: "¿Lerma? Han pasado ocho días y no ha salido nada".
Ante el Barcelona, el delantero celeste se encaró con Yerry Mina, recriminándole con agresividad un lance del juego, acusándole de hacer teatro y se llevó una amarilla y un carrusel de insultos que inundaron su Instagram.