80 años de historia avalan al Albacete Balompié, uno de los equipos más históricos del fútbol español y el representante más importante de la Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha. Pero su larga trayectoria pudo detenerse en el año 72. En 2013, el conjunto castellano-manchego se encontraba en una situación económica muy complicada después de no conseguir el ascenso a la Segunda División.
Los problemas de impagos a jugadores eran una realidad en el Carlos Belmonte y la posibilidad de un descenso administrativo a Tercera División amenazaba al Albacete Balompié, que no pisaba una categoría tan baja desde el año 1982. Pero, cuando las cosas parecían dirigirse hacia un círculo vicioso del que es difícil de salir apareció el albaceteño más internacional del mundo para salvar al club: Andrés Iniesta.
Iniesta mantuvo vivo al Albacete Balompié
El mago de Fuentealbilla era conocedor de los graves problemas por los que atravesaba el Albacete Balompié. Allí se formó futbolísticamente desde los ocho hasta los 12 años antes de firmar por el FC Barcelona. Hay que remontarse hasta diciembre de 2011 para encontrar cuándo el autor del gol de la final del Mundial de Sudáfrica se convirtió en máximo accionista de la entidad del Carlos Belmonte tras pagar 420.000 euros por 7.000 acciones.
El Albacete Balompié ya atravesaba malos momentos económicos en aquellas fechas, agravándose tras su descenso a Segunda División B en la 10-11. La incapacidad de poder volver al fútbol profesional tras caer ante Cádiz CF y Real Oviedo en dos 'play off' de ascenso consecutivas ahondaron en las arcas de un club que no pudo pagar a sus futbolistas al término de la temporada 12-13. La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) amenazaba a un histórico del fútbol español con descender administrativamente a Tercera División si no realizaba los pagos adeudados a finales de junio de 2013.
Fue en ese momento cuando Andrés Iniesta salvó al Albacete Balompié. Sacó de su bolsillo más de 240.000 euros para pagar a los futbolistas y evitar una caída gravísima a la cuarta categoría del fútbol español. Tras ello, el equipo castellano-manchego construyó un proyecto para alcanzar el ascenso a Segunda División que, finalmente, se consiguió al eliminar en la final del 'play off' al Sestao River.
El Albacete Balompié, rendido a Iniesta
El mago de Fuentealbilla salvó al Albacete Balompié de una caída aún más dura que podría, incluso, haberle llevado a la desaparición. Además de ello, Iniesta puso su bodega como patrocinador principal del equipo, inyectando una financiación más que necesaria para un equipo de tal calibre histórico en Segunda División B. Finalmente, en 2017, el ex del FC Barcelona vendió sus acciones tras volver al fútbol profesional.
No solo el Albacete Balompié le ha condecorado nombrando su lugar de trabajo habitual como 'Ciudad Deportiva Andrés Iniesta', sino que la propia ciudad le ha hecho Hijo Adoptivo (2010) y galardonado con la Gran Cruz de la Real Orden del Mérito Deportivo (2018). Iniesta no solo es el albaceteño más internacional y querido, sino también ha sabido cuidar sus raíces y salvar al Albacete Balompié del descenso a Tercera División.