El Atlético de Madrid y el Athletic Club jugaron uno de esos partidos en los que hubo más conatos de enfrentamientos que ocasiones claras. Un 0-0 que firman los manuales del fútbol para repartir puntos y excusas.
Ni siquiera los galones del campeón de Liga, que dejó en el banquillo a los Luis Suárez, Joao Félix o Carrasco, fueron suficiente para romper un partido en el que el Athletic tuvo las más claras.
Eso es precisamente lo que le falta al cuadro de Marcelino, puntería. Ni Williams, que desaprovechó un mano a mano clarísimo, ni Villalibre, que perdonó en el tiempo añadido.
Puede dar gracias precisamente el equipo de Simeone por el punto obtenido, y eso que comenzó y terminó mejor. Pero Griezmann no estuvo acertado en el inicio y Suárez apenas apareció.
El partido, sin goles, se fue calentando con respecto pasaron los minutos. A Simeone no le gustó lo visto en el campo e introdujo en el 55' un triple cambio. Más tarde entraría un Joao Félix que duró poco en el campo.
Se desquició el delantero del Atlético de Madrid, que de una falta a su favor se fue expulsado. Una amarilla por soltar un manotazo, la otra por llamar "loco" a Gil Manzano.
Ahí comenzaron las críticas del Wanda Metropolitano a un colegiado que desquició a los 'colchoneros'. Primero con esa roja, después por las amarillas por protestar y finalmente por pitar el final cuando Carrasco se marchaba totalmente solo. Todo ello minutos después de la ocasión más clara del Atleti, un disparo de Llorente que se marchó a la madera.
Antes, eso sí, el Athletic se pudo llevar los tres puntos de no ser por la falta de puntería de Villalibre. Berenguer, el mejor de los bilbaínos, le regaló un gol que no se produjo por disparar con demasida fuerza.