Cristiano Ronaldo nunca se ha ido. Lo suyo no es hambre, es gula por el gol. Y cuando se habla del área, se habla de la casa del portugués, que no falló para sacar a la Juventus del atolladero cuando su rival se puso respondón.
Tras perderse el duelo de Coppa ante el Udinese por una sinusitis, Cristiano olió la sangre y tumbó al Parma con un doblete que prolonga su racha, propia de sus tiempos en el Real Madrid, a siete partidos de Serie A viendo puerta.
El delantero ya avisó desde el primer momento. Acompañado por Dybala y escoltado por Ramsey, el portugués se las pedía para él. En seis minutos ya tiró, pidió una amarilla y reclamó un penalti en un saque de esquina por un posible agarrón.
Se contagió la Juve de su energía y el equipo de Sarri comenzó a funcionar. Aparecía tímido el Parma con un disparo lejano de Kucka, pero Dybala y el portugués lideraban los ataques hasta que llegó el gol. Con fortuna, eso sí.
Cristiano se perfiló en la frontal del área y armó un disparo que iba centrado. Era cosa de Sepe, pero el tiro tocó en Darmian, se desvió y despistó al guardameta del Parma, que no pudo hacer nada para evitar el 1-0 que campeó al descanso.
El regreso de vestuarios fue de tanteo, aunque Sepe intervino para desviar al poste un disparo de Danilo, y lo que llegó fue el empate. Cornelius, que había entrado en la primera parte por el lesionado Inglese, saltó más que el mismo Cristiano para cabecear un córner al fondo de las mallas.
Y como si nada...
Enrabietado, el portugués dijo "aquí estoy". Otra vez por su casa apareció en la siguiente acción para recibir un pase de Dybala y remachar. Como si no hubiera pasado nada. La Juve volvía a ganar.
Lejos de reaccionar, el Parma se quedó grogui mientras los de Sarri se movían por fases. Con balón o sin balón, la Juve parecía cómoda hasta que Kulusevski, que se medía a su nuevo club, decidió aparecer. Tardó, pero apareció tras 85 minutos grises para dejar algún chispazo, aunque fatigado.
Esa era la única vía del equipo de D'Aversa, pero el técnico sustituyó al sueco mientras los 'bianconeri' utilizaban la frescura de Douglas Costa para finiquitar. Otra victoria más y son ya cuatro puntos al Inter tras su pinchazo ante el Lecce.