El concepto de sistema de juego se puede definir como la disposición inicial de los jugadores en el terreno de juego, que también se suele manifestar en saques de meta o reanudaciones de centro después de un gol.
El sistema táctico o de juego puede ser variable en función del marcador o del tiempo, adoptando variantes ofensivas o defensivas, y se representa numéricamente por los jugadores que forman cada línea.
En la actualidad hay algunas claves comunes, independientemente del sistema de juego utilizado, que resumen los fundamentos tácticos que debe poseer un equipo para tener más opciones que el rival de conseguir un resultado positivo.
-Ocupación racional y equilibrada del terreno de juego.
-Velocidad y rapidez en las transiciones ataque-defensa y defensa-ataque.
-Equilibrio entre líneas y dentro de las líneas.
-Trabajo eficaz de cada jugador en sus posiciones.
-Importancia del trabajo sin balón.
Existen multitud de combinaciones para crear un sistema de juego, aunque la realidad del fútbol actual indica que los sistemas tácticos más utilizados lo son porque presentan una distribución lógica y racional del terreno de juego. No existe el sistema de juego perfecto, todos y cada uno de ellos tienen sus ventajas e inconvenientes, y lo que fuerza a los entrenadores a decidirse por uno u otro sistema de juego, entre otras cosas, son los jugadores que tenga en la plantilla y sus características.
Los sistemas de juego más usados en la actualidad son: el 4-2-3-1 usado por Mourinho en el Inter campeón de Europa, entre otros; el 4-3-3 es el preferido por los equipos que dominan la posesión de balón, como el Barcelona; y el clásico 4-4-2 muy utilizado en Inglaterra hasta hace poco tiempo.