Diriangén disputó su partido contra Deportivo Ocotal con una mascarilla. La intención era la de realizar una protesta por el hecho de que la competición siga en juego.
Bernardo Laureiro, jugador de Diriangén, explicó sus sensaciones tras ese partido. "El club nos dio guantes quirúrjicos y mascarillas para jugar, como una medida de protesta. Fue muy difícil, yo aguanté 15 minutos porque para respirar era complejo", aseguró a 'Olé'.
"Fue a modo de concienciación de la situación que estábamos viviendo. Si te vas a contagiar, te va a pasar igual", afirmó el futbolista de Diriangén sobre el origen de la protesta.
Laureiro no estuvo cómodo con la mascarilla. "Durante el cambio de aire, que hacemos continuamente jugando, sientes que no puedes repirar bien. También el aire es caliente. Solo cuando inhalas estás más o menos bien, pero cuando exhalas queda ahí, como que en la boca sientes que constantemente estás con aire caliente", aseveró.
"Es incómodo para hablar, para comunicarte. Cuando más lo sientes en el cambio de ritmo. Es muy incómodo. Cuando me lo saqué fue un alivio para respirar con normalidad".