Cuando hay tanto en juego, es lógico que cualquier error se mire con lupa. Más los de los árbitros, que siempre están en el ojo del huracán. En Olímpico, como ocurrió el día anterior en el Bernabéu, también lamentaron algunas acciones polémicas.
Dos penaltis componen la gran reclamación de los italianos. El que se quejó de manera más vehementemente fue su director deportivo, Monchi.
El primero de ellos no dejó lugar a las dudas: Alexander-Arnold despejó con las manos en boca de gol un remate de El Shaarawy en la segunda mitad. Por entonces, con la eliminatoria claramente a favor de los ingleses no parecía tan grave. Pero, visto lo que ocurrió al final...
Antes de eso, justo en la reanudación, Karius arrolló a Dzeko dentro del área. En este caso, la acción estaba invalidada por fuera de juego. Una decisión que las cámaras se encargaron de desdecir; había arrancado en posición correcta el bosnio.
El dueño de la Roma, James Pallotta, señaló al final del choque que "está absolutamente claro que el VAR es necesario en Champions. Si no, se arriesgan a hacer el rídiculo, como hoy...".
Las quejas del equipo bávaro se centraron especialmente en unas manos de Marcelo sobre la línea en el añadido de la primera mitad, cuando el resultado era de 1-1.
Incluso la televisión demostró que la jugada de la que nace el primer gol de Benzema partía de un fuera de juego de Marcelo en el que Çakir llegó a levantar la mano para luego retractarse.
Se marchó bastante molesto el plante muniqués, en el que jugadores como James Rodríguez y Arturo Vidal fueron muy vehementes al expresar su enfado.