Valverde no habla sobre el campo, él grita. El 'Pajarito', con su enjuto cuerpo y su juventud, fuera de los campos parece un chico más recién acabado el instituto.
Pero tras esa fachada, el charrúa guarda una maquinaria bien engrasada. Un cerebro que le permite manejar a su antojo lo que ocurre a su alrededor tanto dentro como fuera del campo.
Porque no solo mueve el balón con mucha clase, también sabe controlar la prensa en unos días tan complicados como son los del mercado de fichajes.
Poco a poco ha ido haciendo que el nombre de Paul Pogba vaya desapareciendo de la agenda del Real Madrid. Y, si a él le preguntaban por la llegada del galo, manejaba la situación con mucha calma.
"Si en un futuro tiene que venir, aprenderé mucho de él", señaló durante una de las últimas ruedas de prensa tras la semifinal de la Supercopa ante el Valencia.
Él no se enemista con nadie y marca su territorio en el 120x90. Incluso ahí, sobre el verde con todos los nervios a flor de piel, es capaz de mantener la calma y pedir disculpas a Morata por la fea pero necesaria entrada.
A estas alturas, en el Madrid ya tienen claro que no hay Pogba que valga. El futuro pertenece a Fede Valverde, un 'Pajarito' que ya vuela alto y a una velocidad endiablada.