Podríamos definir el partido del Villamarín de varias formas. Y de hecho, deberíamos hacerlo. Una es la que se restringe exclusivamente al terreno de juego, sin más. Y empezaremos por esta. Del VAR y el resto, de lo que habrá raciones y raciones estos días, trataremos más adelante.
Zidane aprendió del Reale Arena. El 0-0 marcó al francés en una semana en la que cambió de sistema y dio la titularidad a Jovic. Junto a Benzema, el serbio formó en un 4-4-2 que recuperaba a Casemiro y Valverde para meter más músculo en el medio. Enfrente, el Betis aparecía sin Bravo, tocado, y con Sanabria en la punta de ataque.
Tras la primera jornada, muchos coincidían en que a los blancos les faltaba gol. De eso encontraron casi más de los esperados a lo largo de los 100 minutos que duró el choque, pero con protagonistas, hasta ahora, en la sombra. Los tres tantos del Madrid fueron creados por delanteros que, a su vez, actuaron como falsos al no marcar ninguno de ellos pero sí provocarlos. Goleadores en la sombra en el Villamarín.
Benzema, el delantero llamado a solventar el tema realizador en el Bernabéu, se disfrazó una vez más de todo menos de '9' para asistir a Valverde en el 0-1. Mareó a Álex Moreno a los 14 minutos de partido para darle en bandeja en el área el pase del primer tanto de los blancos en esta Liga.
Fue la guinda para un inicio alocado, frenético y encantador. A los dos minutos, Karim vio anulado un tanto tras pase de Mendy; a los cuatro, Fekir rozó el tanto con la zurda; a los seis, Mendy pecó de egoísmo y mandó fuera un balón con la derecha con mejores opciones en el área; y, por último, el paradón de Courtois en el 7' completó el intenso aperitivo que tuvo el 0-1.
Antes de soltar el acelerador, Ramos falló en el 15' una jugada que pocos entienden cómo no acabó en gol. El balón muerto que remató con la zurda en el área suele ser gol nueve de cada diez veces. Tocó la que no.
Gol y siesta carísima
El Madrid marcó y paró. Tal cual. El Betis se repuso, se aprovechó del conformismo 'merengue' y de un Casemiro indeciso, gris y fallón y se fue a por un empate que apenas aguantó en el marcador cuando llegó. Fekir, Guido y Sanabria, en apenas cinco minutos, avisaron a un Courtois que recogió de su red en el 35' un buen testarazo de Mendi. El central empató tras un centro más que dulce de Canales y castigó la racanería.
Tan cara le salió la siesta al Madrid que el 0-1 se convirtió en 2-1 solo 151 segundos después. Fue el tiempo que tardó William Carvalho en batir a un Thibaut que no tuvo la fuerza suficiente en la mano en su estirada al primr palo. Merecido premio a la ambición ante una gestión demasiado plana de los de Zidane.
Antes del descanso, el cuadro visitante apretó, consciente de que se había dejado ir en el partido. Ramos y Benzema rondaron el gol, aunque con poca claridad. Kroos puso la nota negativa previa al pitido final del primer tiempo, al tener que dejar el campo por un problema en el glúteo. Modric fue su sustituto.
Llegan los falsos '9' y el VAR
Zidane quitó a un Odegaard algo desaparecido e Isco aprovechó sus minutos, especialmente al principio. Con él y con Modric, el equipo recuperó balón y confianza. Y fruto de ello, en el 48', llegó el tanto del empate. El VAR empezó a aparecer al validar, previo paso por el árbitro, el tanto de Emerson en propia puerta. Carvajal buscó en el área a Benzema, que provocó un tanto que no firmó. Nada nuevo. Y se repitiría con sus compañeros en ataque. Karim, por centímetros, estaba habilitado.
Siguió el Madrid adelantando líneas, tocando más y cercando el área. Benzema rozó un tanto que se le resiste este curso. Incluso lo pudo lograr, pero su remate al larguero, que acabó en un bote casi dentro o dentro de la portería, estaba invalidado por fuera de juego.
Hasta ahora, Jovic pasó inadvertido en el partido. Muchos pedían su entrada tras el 0-0, pero no parecía agradecer la confianza en el verde. Hasta que se cumplió la hora de partido.
El serbio recibió otra delicia de Karim, que produce más y más bonito lejos de la portería. El pase desde su campo dejó solo al ex del Eintracht en el carril del gol. Llegó ante Joel y Emerson molestó a un punta que acabó con un remate cómico. Pero el VAR avisó a De Burgos Bengoetxea. Algo pasaba.
La tecnología avisó de que el roce fue suficiente para evitar el remate de Jovic y Emerson vio la roja. Otro delantero que cambió el partido y fue decisivo sin anotar. Ramos a punto estuvo de mandar la falta en la frontal a la escuadra, pero se fue fuera.
Zidane quitó a Jovic y entró Borja Mayoral. El tercero en discordia. Otro que se sumó a los goleadores ocultos. Pero a partir de aquí, la polémica acabó de ensombrecer a lo que se vio en el verde.
La primera que tuvo Mayoral fue decisiva. A falta de diez minutos para el final, Bartra molestó al delantero en el área y evitó su tiro. Pero su brazo impactó con el balón. De nuevo el VAR a los focos. Y los focos al VAR. Mano, amarilla y penalti. Y sí, otro atacante que provoca un gol que nunca estará en su casillero.
Sergio Ramos, con un Panenka no demasiado definido, engañó a Joel y puso punto final al partido pese a los ocho minutos de añadido, que pasaron entre gestión ahorrativa de los 'merengues' y algún gol perdonado por Benzema y Valverde.
El 2-3 le da la primera victoria del curso a un Madrid que, lejos de controlar el partido, se jugó los primeros tres puntos al azar, a la locura y a la improvisación. Nada nuevo, por otro lado. El Betis frena su gran inicio, pero deja razones de sobra para que Pellegrini siga teniendo todo el crédito del mundo para seguir construyendo un ilusionante crédito.