El revuelo que se produjo en el Paok-Olympiacos comenzó con un objeto impactando en la cabeza de Óscar García. El partido llegó a suspenderse y se produjo la derrota administrativa del conjunto de El Pireo.
Varios meses después, el juez ha decidido condenar al agresor del que fuera el entrenador del Olympiacos con un año de prisión, que finalmente no cumplirá, y otros dos sin poder acudir a cualquier evento deportivo.
El técnico acabó en el hospital después de que llovieran varios objetos desde la grada y tuvo que pasar la noche en observación.