En una entrevista a 'MARCA', Ovrebo se confiesa: "No fue mi mejor día". Y es que el Chelsea reclamó hasta seis penaltis en un encuentro en el que el Barça consiguió el pase a la final de la Champions League. Los 'culés' levantaron la 'Orejona' ante el Manchester United en Roma.
Andrés Iniesta marcó en los últimos minutos el tanto que le dio el pase a la final a un Barça que sufrió de lo lindo en Stamford Bridge. Pero esa imagen no es la única que perdura a día de hoy. La de Ballack y Drogba persiguiendo a Ovrebo mientras le reclamaban uno de los penaltis también pasará a la historia.
Y es que los jugadores del Chelsea no reprimieron su enfado con el árbitro noruego. Se llegaron a encarar con él y faltó poco para que el alemán o el marfileño llegaran a las manos con Ovrebo. Capeó el temporal como pudo, pero nada pudo hacer para evitar entrar en la lista negra de los peores arbitrajes de la historia.
"Esa noche tuvimos que cambiar hasta de hotel", desveló Ovrebo en la citada entrevista. El colegiado ya reveló hace años que llegó a recibir amenazas de muerte de aficionados 'blues' tras el encuentro. Un arbitraje que le terminó pasando factura y que le sacó de la primera plana del fútbol europeo.
A pesar de que hubo infinidad de acciones polémicas protestadas por ambos bandos, fueron cuatro las grandes polémicas del partido:
- Dani Alves derribó a Malouda en la misma línea del área y Ovrebo señaló falta en vez de pena máxima.
- En un mano a mano con Víctor Valdes, Drogba protestó al árbitro un agarrón y una patada de Abidal por detrás. No vio nada punible en la jugada el noruego.
- Mano de Piqué dentro del área. Drogba la intentó controlar y el central la tocó con la mano. Ovrebo consideró que no fue de forma voluntaria.
- Con 1-1 en el marcador, el disparo de Ballack impactó en el brazo de Eto'o. El africano no tenía el brazo pegado al cuerpo sino por encima de su cabeza.
Casi una década después, Ovrebo vuelve a escena a falta de pocos días para que Barcelona y Chelsea se reencuentren en la Champions. Y todavía muchos en Stamford Bridge siguen sin olvidarse de él.