En Inglaterra comienzan a estar un poco cansados de esta situación. Fabinho fue el primero, después le siguió Carlo Ancelotti y el último en sufrir un episodio así ha sido el guardameta Robin Olsen, como apunta 'Daily Mail'.
Esta ya es la tercera vez en los últimos meses que un futbolista o un entrenador es víctima de un robo en la zona de viviendas de Altrincham, cerca de Mánchester.
El portero del Everton fue tracado por los ladrones en presencia de su esposa y sus dos hijos y perdió numerosas joyas y un reloj de lujo.
Los 'toffees' le ofrecieron apoyo psicológico e incluso un servicio de guardaespaldas, mientras que Robin Olsen, después del shock, comienza a pensar en cambiarse de domicilio.