Vinicius volvió a ser uno de los mejores del Madrid ante el Girona. El brasileño tiene la magia de su tierra, la facilidad para provocar en el espectador la sensación de que algo va a pasar en pocos segundos. Es cierto que aún le faltan muchas cosas a su juego. Pero también tiene otras de sobra.
La ambición y la ilusión siempre estuvieron en sus botas. La llegada de Solari le abrió un mundo de oportunidades del que se está haciendo rey partido a partido. Ante los catalanes, de nuevo sus arrancadas, sus intentos y su protagonismo en ataque tiraron del Madrid sobre el césped del Bernabéu.
La afición lo sabe y corresponde debidamente. Cada internada del '28' lleva como banda sonora el runrrún de la grada, que siente el deseo creciente por segundos de celebrar un tanto o una asistencia de la joven perla blanca.
La primera mitad ante el Girona tuvo un tono funesco durante varios minutos. Los visitantes se adelantaron, pero fue entonces cuando apareció Vinicius. Protagonizó gran parte de los ataques 'merengues'. Se colaba en el área desde la banda izquierda constantemente y buscaba, no siempre con éxito, asociarse con Benzema, Modric o Marcelo.
Perdió varios balones en el ataque madridista, pero su presencia era constante en los mismos. Disparó con peligro en un par de ocasiones, encontró huecos y obtuvo parte de su premio en la segunda mitad.
Con el Madrid buscando el cuarto tanto en los minutos finales, Vinicius le dio una asistencia de lujo a Benzema con la zurda. El francés no desparovechó el regalo y puso el definitivo 4-2, un tanto y un pase que fueron más que celebrados en el Santiago Bernabéu.
Así, el ex de Flamengo sumó su sexta asistencia oficial en su decimoséptimo partido jugado. De ellos, los últimos seis los ha disputado como titular, siendo cambiado únicamente en el choque copero ante el Leganés. La ilusión se ha ido consolidando bajo el mandato de Solari, que, ahora, lo considera pieza clave del Madrid.
Su gran momento de forma no sólo se sigue en la capital de España. Tite, seleccionador de Brasil, no ha hecho oídos sordos a los 'gritos' del atacante y confirmó que lo tiene en cuenta de cara a la Copa América 2019.
Muchos coinciden en que cuando estabilice su juego, rebaje las ansias por agradar y las convierta batería extra terminará de explotar. Pero, hasta entonces, el brasileño sigue derrochando alegría, algo clave para levantar situaciones adversas.